jueves, 16 de junio de 2011

Vidriera

Es una vidriera de madera, esta figura ha sido venerada y alabada durante muchas décadas de historia desde que se descubrió.
Cuenta la leyenda de los aldeanos que lo vieron que apareció por un milagro, un hecho divino y único. Se dice, según se sabe, que el hombre que lo encontró era un elegido. Era un pastor que trabajaba muy duro. Era demasiado conocido para en lo que aquella época, un agricultor de dicho nivel, lo podía ser.
Un buen día, casi al despuntar los primeros rayos del sol sobre aquellos montes, se encontró con un hombre algo desubicado, un hombre de las calles y este le dijo que sería su último día de vida, pero el primero de muchísimos en los que su figura se recordase. El hombre intentó atender a lo que le contaba, pero llegó a pensar que deliraba. Al amanecer parecía que el día iba a ser un día auténtico de primavera, pero hacía el medio día, el día ennegreció, se volvió oscuro y empezó la mayor tormenta vista. El pánico ya había cundido. Todo se llenó de agua, ya no había poblado; ya no quedaba nada.
El, el único afortunado, le pilló en medio del campo y pudo observar que todos los habitantes se habían salvado y habían logrado salir. Al momento de relajarse se acordó de que un  grupo de curaba iban camino al poblado y que así, a ojo, irían por el valle, uno de los más grandes. El estaba cerca. Pensó la mayor locura; agarrar uno de sus bueyes e ir hacía allí, cuando de pronto el buey se acercó a él y poniendo a ras del suelo el pecho se agachó de forma que se  pudo subir al lomo.
En el menor tiempo que pudieron ya habían llegado, vio a los mayores y supo que para salarlos tenía que dar por ello su vida.

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